Formado en 1985 bajo el nombre Blitzkrieg, el grupo de death y black metal se presentó el sábado pasado en la Plaza de Toros de Quito. Su recital fue parte de una gira que realiza por varios países.

La fría noche que se registró en Quito el sábado pasado sirvió de marco al concierto que Therion ofreció en Ecuador.

Fue toda una ópera. Así es como mejor se puede calificar la actuación que la banda sueca de rock sinfónico brindó en la Plaza de Toros quiteña.

Los asistentes a este evento no olvidarán en mucho tiempo la fusión, la armonía de las voces sopranas con percusión y guitarras eléctricas que duró más de 100 minutos.

Sin dudarlo Quito fue testigo de un trabajo musical digno de una agrupación que tiene 20 años de trayectoria y trece álbumes y es considerada una de las mejores por su variedad de estilos y ritmos, desde los más crudos del death, progresivo y heavy hasta la armonía de la ópera y beats electrónicos.

Horas antes de la presentación de Therion, las calles colindantes al escenario se fueron llenando de gente, en su mayoría jóvenes vestidos de negro. “Los integrantes del grupo van más allá de un concepto de la cultura del rock, Therion se mueve por todo terreno. Se adapta a todo tipo de público e incluso a una orquesta que le acolita con canciones nuevas”, comentó Javier Oña, que para presenciar el recital viajó de Cuenca a la capital.

El show empezó a las 20:15 con la presentación del grupo ecuatoriano Total Death, que cuenta con quince años de carrera musical y cuatro discos, y que recientemente consiguió firmar un contrato con la disquera internacional American Lain Production.

Tras escuchar a la banda nacional, las pruebas de sonido comenzaron para que todo salga sin errores, según se dijo. Una hora más tarde, a las 21:15, Therion salió al escenario y las dos pantallas gigantes ubicadas al costado del escenario empezaron a transmitir cada uno de los movimientos de los ocho músicos internacionales.

El concierto brindado en Quito fue parte de la gira 2007 que realiza Therion para promocionar su disco Gothic Kabbalah.

“La selección de canciones está chévere porque se puede ver la imposición de las guitarras y las voces con la onda sinfónica”, anotó Alejandro, de 23 años, fanático del grupo.

Orlando Mena, editor de la revista Atahualpa Rock, indicó que Christofer Jhonson, el fundador de Therion, es el único que no ha abandonado a la agrupación desde su formación original hace 22 años. Es, además, el compositor de la mayoría de los temas de la banda “y en el concierto demostró que están en un momento de transición muy armónica”, acotó el experto en rock.

Agregó que la popularidad de Therion va en aumento y que su sencillez hace que el número de fanáticos aumente y se conviertan en testigos de su complejidad musical.

Isadora Carrera, otra fanática, dijo restarle importancia a que el grupo lo integren mayormente hombres (también hay mujeres en la banda).

Todo depende de la tendencia que Therion ha observado en los últimos cuatro años.

Así, mientras sus seguidores opinaban sobre su música y puesta en escena, los Therion brillaban con sus actuaciones. En la tarima de la Plaza de Toros se vio la destreza de Christofer Johnson, en la guitarra; de Kristian Niemann, también guitarrista; Johan Niemann, bajista; Petter Karlsson, baterista; y Jorge Ugarte, flautista. Snowy Shaw y Lori Lewis impusieron sus voces.

La organización del concierto contó con un centenar de policías para garantizar la seguridad del público. “Siempre hay que tener cuidado porque no sabemos a qué nos enfrentaremos”, expresó uno de los agentes ubicados en la puerta de ingreso al área de general.

Además de la música, aproximadamente a las 22:20 el baterista y uno de los guitarristas de Therion jugaron a ser espadichines con sus respectivos instrumentos musicales. Lo hicieron sin perder el ritmo. Sus demás compañeros aprovecharon el momento para dejar el escenario y compartir con la audiencia y fotografiarse con numerosos seguidores.

La del pasado sábado fue la primera visita que Therion hizo al país. El grupo dijo aspirar a que no fuera la última.