Llega el fin de semana. Algunos jugarán su ecuavoley, harán un picadito futbolero con amigos o se irán al club a jugar 2 que 3 sets de tenis. Otros estarán planeando la farra chupi-bailable o el karaoke oficinero para la noche. Hay quienes optarán por el paseo a las afueras citadinas, la ingesta de productos 'orgánicos' o de bebidas milenarias. Habrán también los le sacan humo al 'play', los que se reúnen con tarjetas y dados en mano o los que pasan su 'finde' en línea.
Otros no haremos mucho más que 'cansarnos de descansar', ver una peli o pasar en familia. Habrán y hablarán otros con más particularidades, pero esta semana quise ver cómo se divierte en Quito un grupo al que yo considero particular por antonomasia: los góticos.
1ro: Aclaración de Criticus
El gótico como género musical no existe. Valga el espacio para exorcizar este fantasmita que me atormenta como músico. Las bandas ‘góticas’ han sido etiquetadas así a través de los años por críticos que aman membretar todo ante la mínima variación. En realidad, estas bandas pertenecen a géneros definidos, y se han puesto o se han ganado el 'registro de calidad goth' por tener una estética lúgubre en su sonido, vestimenta y/o letras.
Bandas de post-punk (Siouxsie), de rock-pop (The Cure), de synth-pop (Depeche Mode), de electro (Kraftwerk), de metal (Nightwish), de hip-hop (Cypress_Hill) o de música infantil (Chespirito, cuando le acusan de ratero al Chavo) han sido etiquetados alguna vez como 'góticos'. Sí, la última es cortesía mía.
O sea, la música gótica es una deidad en la que no creo, y en la cual recomiendo no creer.
2do: ¡Fiesta!
Al divertirse, los góticos quiteños no se diferencian mucho de otras tribus urbanas. En el fondo, quieren pasar bien en un lugar donde se sientan cómodos. El sábado 6 de marzo, el lugar que les abrió las puertas fue el bar 'Bocabierta' y el responsable de la organización fue 'Urbe Gótica' (UG), un grupo de personas que quieren impulsar, sin fines de lucro, el movimiento gótico local.
Para ser su primer evento oficial, se notó una plausible organización. Especialmente, pude ver una efectiva delegación de funciones, virtud que no era un síntoma común en eventos de esta onda en el pasado.
Minutos antes de mi arribo tuvo lugar una presentación de teatro con una obra de Goethe y, además, se expusieron los trabajos de un concurso de fotografía oscura. María José Urbe y Gabriela Pavón, representantes de UG, me supieron explicar que su idea es incluir a diferentes manifestaciones artísticas que comulgan con la estética gótica.
3ro: Lo más importante
El primer proyecto en escena fue La Sociedad Funeraria. Una armada de uno. Camiseta blanca de macho cabrío, mascarilla de tela negra y pintura facial. Si te resulta complejo visualizar la foto, imagínate un panda desgarbado con temor a la gripe pandémica.
El muchacho presentó un set bastante equilibrado con beats EBM y texturas electro harsh. Bajo una base de tecno minimal, el artista desarrollaba sus temas en vivo disparando percusiones y efectos desde su 'máquina de ritmos'. Los temas gozaban de versatilidad y la improvisación, si bien no fue ajustada, enganchó a la parte entendida del respetable (algunos de mis amigos metaleros estaban algo desubicados por la falta de guitarras, amplis o batería).
Hubo un problema constante durante toda la presentación. La ecualización de bombos y bajos saturaba, y no poco. No creo que haya sido a propósito (espero), y es algo que se puede controlar tranquilamente desde el software del computador. La Sociedad Funeraria tuvo, en general, una presentación solvente.
A continuación vino Psycho Machinery, otra armada de uno pero con un enfoque distinto. El hombre mostraba atavíos negros: camisa, corbata y falda larga gótica. Complementaban la parafernalia el maquillaje ocular barroco y una Cruz de Hierro, emblema militar prusiano, nazi y de las actuales fuerzas armadas alemanas.
Su presentación visual tuvo elementos teatrales de dominación y sadomasoquismo (S&M), gracias a la ayuda de una actriz en escena. La intención de brindar un performance a la parte musical es loable, pero en realidad fue un intento más risible que impresionante. Afortunadamente la música no siguió el mismo patrón.
La propuesta de industrial y EBM de este proyecto se distingue por una excelente producción y mezcla de las pistas. En este tipo de expresiones artísticas el peso de la composición lo lleva la letra más que la música, por eso no me voy a quejar de la monocromática voz del intérprete.
Psycho Machinery escribe en alemán mayoritariamente y otro tanto en inglés, lo cual, en mi opinión, se ajusta mejor al género. Ya vendrán los nacionalistas a decir que se copia a otros países y que no hay identidad y otra sarna de medievalidades. Solamente imagínate como quedaría un yumbo en alemán... Un trabajo nuevo, fresco y con buenas ideas; sólo espero que puedan pulir más su espectáculo en vivo.
La noche se habría completado con la participación de DJ Dark Velvet y VJ Vhassa, actos que lamentablemente no presencié. Hasta cuando me retiré del lugar, el público bailó y la gozó hasta el sudor. Fue una fiesta más que un aquelarre; una celebración que bajo las siluetas de ritmos oscuros esbozaba sonrisas y camaradería.
Y bueno, los que disfrutaron de otras opciones también se habrán 'disfrazado', estoy seguro que todos lo hacemos ¿Y tú, de que color te pintas la cara este fin de semana?
Etiquetas: Bandas Goticas Ecuatorianas