Cuando vi su número en mi celular, por un instante recordé que le había pedido de favor que vaya al evento ULTRATUMBA 2008 para cubrir la noticia. Sentí algo de envidia al imaginarlo rodeado de nuestras hermosas chicas góticas y abrazado de aquel ambiente que poco te juzga y mucho te entiende, esa oscuridad hermana que te permite ser parte de las sombras y deleitarte con un espectáculo artístico en el que involucramos música y teatro, poesía y realidad.

Aplasté el botón para recibir la llamada y lo que siguió a continuación fueron sirenas de bomberos, gritos desesperados y la rápida narración de una serie de eventos que no entendía.

No estuve allí, pero me siento solidaria, responsable, parte de las víctimas, de sus familiares, de su entorno, del movimiento. Y me siento profundamente herida por toda la nube mediática que se levantó. 2 años después, al googlear "Caso Factory" pueden verse las imágenes de nuestros hermanos góticos consumidos por el fuego. Cadáveres carbonizados, convertidos en cenizas, para deleite de los fanáticos religiosos y de los amarillistas que quieren vender la tragedia como algo "que lo pedíamos a gritos".

Pero más allá de la prensa y el pueblo ignorante de nuestra realidad, he visto con más tristeza como organizadores y promotores musicales han tomado a esta desgracia como una palanca para impulsar una versión temprana de "Al sur del cielo". Todos los años, bajo el título de "Factory Nunca Más" recaudan una pequeña cantidad de dinero para presentar a algunas bandas nacionales que poco o nada tiene que ver con la tragedia, decir unas cuantas palabras sobre el tema y ... qué más?

Mientras tanto el público ecuatoriano, nuestros hermanos del rock, nos consumimos en la ignorancia, poco o nada sabemos del proceso judicial, de como siguen aquellos heridos, si pudieron retomar sus vidas, si es que los hijos, hermanos y padres de los fallecidos no despiertan por las noches preguntándose "Qué hubiera pasado si...?"

Por eso para mí, cada año que veo un nuevo cartel de Factory Nunca Más, me pregunto... en realidad... nunca más?